El LIV Golf, la Liga que ha llenado los bolsillos de los golfistas
que se adhirieron a ella -y como respuesta también las de los que han permanecido en el PGA Tour-, ha alcanzado el año de vida con la cita de Valderrama.
Han transcurrido 53 semanas desde su creación, 16 torneos, ocho en 2022 y otros tanto por ahora en 2023, con un balance mejor de lo que los agoreros preveían, a pesar de haber encontrado enormes obstáculos en el camino, solventado porque la chequera árabe, el país que impulsa su desarrollo, es ilimitada. Como revelaba ‘The Guardian’, si el equipo de Brooks Koepka no cabe en un avión privado para volar de Adelaida a Singapur, no pasa nada. Se contrata otro jet.
El LIV se anunció como el golf del futuro y el panorama visto en el LIV Golf Andalucía avala el postulado. La media de edad de los asistentes ha bajado sensiblemente a pesar de las entradas a 60 euros porque entienden que van a ver algo más que una competición. Las zonas de recreo son divertidas; hay carpas donde echar un trago o picar algo en todos los rincones del campo; hay conciertos; la música -en Valderrama estuvo demasiado baja- permite que la gente pueda seguir los partidos hablando y no hay que dejarse la voz en casa; los jugadores, dueños de los equipos que ahora mismo no tienen valor pero que en un futuro lo tendrán como franquicia, saben que tienen que han de ser receptivos a una fotografía, un choque de manos o un autógrafo… Se juega, en fin, en pantalones cortos, como se practican casi todos los deportes que interesan de verdad a la gente.
Más argumentos. Ganan golfistas que la gente conoce. Sin duda ayudó decisivamente la victoria de Brooks Koepka en el PGA. El LIV necesitaba ganar un Major para reivindicar que esto no es un retiro de oro, que pueden ser tan competitivos como los del otro bando, que han tendido un puente para alcanzar un acuerdo que no tiene fácil solución, especialmente si la Liga logra un reconocimiento de verdad del ránking mundial o alcanza acuerdos con los cuatro torneos del Grand Slam en el cupo de invitaciones.