Al Rummayan, el jeque que maneja el deporte, llega a Valderrama
Escoltado por Greg Norman, el presidente del Fondo Público Árabe, comparece en el escenario del LIV Golf Andalucía y juega dos hoyos
Despejado ya el campo de Valderrama tras el Proam, los dos impulsores del LIV Golf, el ideólogo Greg Norman y el ejecutor Yasir Al Rummayan llegaron al recinto gaditano con su corte. El primero, el golfista que siempre le quedaban bien todos los trajes, la sonrisa eterna, el apodo engordado de Tiburón Blanco es una cara archiconocida en el golf; el segundo, presidente de Aramco, la empresa que más cotiza en el mercado de valores mundial, y, sobre todo, gobernador del Fondo Público Arabe (750.000 millones de capital) tiene la agenda más solicitada del planeta. Cualquier CEO de cualquier compañía suspira por un encuentro con él.
Al Rummayan, acompañado por Dustin Johnson, jugó un par de hoyos en la joya del golf español y se retiró. Es el banquero, 53 años, cuya pasión por el golf ha servido para introducir el deporte de los 14 palos dentro de la agenda 2030 como uno de los motores de la metamorfosis del principal país del Golfo en su idea de convertirlo en destino turístico. El primer paso fue crear resorts. Se programaron 27. Se adjudicaron a los grandes diseñadores mundiales.
Lo siguiente fue la creación del circuito rebelde. No se escatimaron ofertas. Llegaron hasta Tiger Woods, que rechazó 700 millones de dólares. Convencieron a Mickelson y Johnson, luego a los europeos Lee Weswood, Ian Poulter y Sergio García. El trabajo siguió hacia Bryson DeChambeau y Brooks Koepka. Construyeron un circuito de estrellas en tiempo récord. Al Rummayan es bueno en los negocios y con experiencia internacional. Había estado en el consejo de administración de Uber, desde 2016 hasta este año, y de SoftBank. Sabe cómo respira Occidente.