FARMINGDALE, NY — El Trofeo Wanamaker está en juego esta semana en Bethpage Black, un premio que Rory McIlroy ha ganado dos veces en su carrera. Pero es otro premio que McIlroy puede obtener el próximo verano el que atrajo la atención este martes.
Son los Juegos Olímpicos de 2020, y luego del relativamente exitoso regreso del golf en los Juegos de Río después de una ausencia de 112 años, se está poniendo otra oportunidad en Japón, aunque sea como un deporte “de prueba”. La esperanza es que, a diferencia del 2016, la mayoría de los nombres de la elite del golf competirán en Tokio, incluido McIlroy. El Ulsterman fue el más crítico de las estrellas del juego, afirmando que no sentía la responsabilidad de hacer crecer el juego con su participación. Redobló la apuesta en 2017, y dijo que probablemente tampoco participaría en 2020. “Solo para mí, es algo en lo que no quiero meterme”, dijo McIlroy en el BMW South African Open.
Sin embargo, parece que McIlroy ha tenido un cambio de corazón.
Cuando se le preguntó si había pensado más en los Juegos de Tokio 2020 el martes, McIlroy respondió afirmativamente.
“Es más probable que juegue”, dijo McIlroy en Bethpage. “Creo que sería una gran experiencia. Vamos a jugar el Open y luego probablemente regresaremos a Memphis y luego a Tokio. Así que será una de esas ofertas en las que probablemente lleguemos el martes, juegue el jueves, y luego tenemos que prepararnos para el resto de la temporada. Es una de esas cosas que está en medio de un tramo muy ocupado. Pero sí, ahora mismo en mi mente lo más probable es que juegue”.
Pero según McIlroy, la decisión ha sido tomada.
“Creo que cuando era niño siempre fue mi sueño jugar con Irlanda. Quería jugar para Irlanda. Estaba muy orgulloso de ponerme esa camisa o ese blazer”, dijo McIlroy.
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