El vasco, 11º del mundo, aseguró tras jugar por primera vez el Bethpage Black, sede del PGA, segundo ‘grande’ de la temporada, que “está prohibida la avaricia y hay que minimizar los errores”
Jon Rahm, tras las dos semanas de descanso después de ganar el Zurich Classic por parejas, tiene muy clara su hoja de ruta esta semana en el PGA Championship, el ‘grande’ menos importante de los cuatro que se disputan en el calendario y que a partir de este año traslada su fecha de celebración de agosto a mayo. Y lo hace en un campo que quita el hipo.
“La clave esta semana será no tener avaricia, minimizar los errores y cazar muchos greenes. Hay que pegar muy fuerte y muy largo, pero sobre todo, minimizar los errores. Quien esté arriba en la estadística de greenes en regulación peleará por ganar el torneo. Más que como un PGA, se va a jugar como un US Open”, dijo el golfista de Barrika a los enviados especiales del portal especializado ‘tengolf.es’.
Bethpage es uno de los retos más difíciles que puede afrontar un golfista. “Me motiva mucho este tipo de torneos y de escenarios. Obviamente, si juego bien me gustará más, pero ya veremos. Me encuentro bien, físicamente estoy muy bien y me siento cómodo en el campo, pero ojo, que el Zurich Classic no tiene nada que ver con esto… Fue por parejas y un campo que no se parece en nada a éste. Allí no había rough…”, añadió.
Y es que el vasco considera que el recorrido de Bethpage Black, cerca de Nueva York y sede de dos históricos Open USA en 2002 y 2009, “tiene mucha tela. Será difícil hacer pocas. Si el tiempo mejora…Habrá que pegarle fuerte y recto, habrá sin duda que apretar. Yo creo que un handicap 5 normal no baja de 80 golpes. Va a ser una batalla mental y habrá que manejar la vuelta lo mejor posible. ¿Un resultado? Seis o siete bajo par, pero si se endurece, entre el par y cinco bajo par”, destacó Jon.
Rahm, undécimo del mundo, hizo top ten en el Masters de Augusta y no olvida que jugó con el campeón, Tiger Woods, los dos primeros días. “Es mucho lo que aprendí, entre otras cosas que el Masters no se gana el primer día”. También que hay que controlar la ambición. “No hay que tener avaricia y querer hacer más de la cuenta cuando estás en problemas. Hay que minimizar los errores. Tener calma. El Masters no se gana el primer día y no hay que jugar perfecto para lograr la victoria. Yo vi a Tiger fallar golpes, le vi fallar putts, pero siempre se las arreglaba para darse una opción de salvar el par y nunca hizo un doble bogey”, explicó en un campo donde meterse en problemas puede estar a la orden del día.