La Tecnología Entra A Jugar En El Golf

Guantes conectados, palos con captores integrados, mirillas en el mango, chips en las bolas… hoy en día existen toda clase de avances que ayudan a los golfistas. Los tradicionalistas están inconformes.

Relojes GPS, guantes conectados, programas para medir las trayectorias: desde 2014, la tecnología inteligente ha entrado con fuerza en el mundo del golf, tanto entre los profesionales como en los aficionados que pueden permitirse adquirir esos objetos.

En los últimos meses, tanto en los torneos europeos como estadounidenses hemos visto una tableta sobre un trípode está instalada junto a la mayoría de jugadores cuando golpean la bola.

Es en realidad la cuarta versión del ‘TrackMan’, el primer programa que incorporó un radar doble que mide la trayectoria y el ángulo de impacto del palo durante y después del golpeo, pero también sigue la pelota hasta que aterriza, midiendo por ejemplo la curva de desplazamiento, el efecto y la velocidad de rotación.

El costo elevado de este aparato, que se ha vuelto imprescindible para mejorar el swing, encarece aún más la ya elevada factura del equipamiento necesario para practicar el golf al más alto nivel.

La versión utilizada por los profesionales, que ofrece una precisión de 30 centímetros a 150 metros de distancia, cuesta unos 22.000 euros.

El empleo de este tipo de aparatos que recopilan una avalancha de datos e imágenes, tal como hace el ‘TrackMan’ con su cámara incorporada, modifica incluso los hábitos de trabajo.

Los fabricantes se aprovechan también de que el golf es una disciplina donde la frustración invade con frecuencia a los jugadores, independientemente de su nivel.

¿Cuál será la próxima gran innovación? Quizás unas gafas de realidad aumentada que indiquen la distancia, la trayectoria ideal y la dirección del viento… un proyecto en el que ya está trabajando el gigante estadounidense Microsoft.