Lo dice Alberto Ambrosio Burgos.
Luego de toda una vida de mucho trabajo y estrés,encontró en este deporte un espacio en el que entretenerse y disfrutar.
Alberto Ambrosio Burgos es jubilado ferroviario y juega al golf en el Club Ferrocarril Mitre en Argentina.
Empezó a desarrollarse en este deporte en el año 1994, unos años antes de retirarse de su actividad laboral. Después de 48 años de trabajo, descubrió otra gran pasión en este deporte.»Lo llevo con mucho ánimo y me gusta mucho jugar, porque esto me da vida y tiempo para dispersarme, cosa que antes hacía con el trabajo. Y ahora me dedico al golf», cuenta con entusiasmo. De chico fue caddie, donde la asistencia en el acompañamiento de cada jugador le valió de experiencia y adquirió conocimiento sobre las condiciones de juego de la cancha, los palos a elegir para obtener una distancia o tipo de golpe deseados.
“Mi nieta jugó al golf, y a los 15 años dejo. Íbamos a un circuito donde jugaban los juveniles y tuvimos mucho vínculo gracias a eso”, relata cuando le consultan por si alguien más de su familia vive esta pasión. Hace alrededor de 10 años ya visitó el circuito de Tortugas y en esta ocasión repite la visita. Con las mismas ganas y el entusiasmo, porque el golf ya es para él una pasión irreemplazable.
